En marzo de 1983 fue lanzado el Motorola DynaTAC 8000X, el primer teléfono celular de la historia en ser aprobado oficialmente.
Este dispositivo, con el tamaño y peso de "un ladrillo", y el precio de un automóvil de segunda mano, hizo realidad el sueño de poder comunicarse a grandes distancias y desplazarse al mismo tiempo.
Este dispositivo, con el tamaño y peso de "un ladrillo", y el precio de un automóvil de segunda mano, hizo realidad el sueño de poder comunicarse a grandes distancias y desplazarse al mismo tiempo.
Pesaba cerca de dos libras, tenía unas dimensiones de 32.5 por 4.4 por 8.75 centímetros y su gigantesca batería sólo permitía hablar durante una hora, mientras que su autonomía "en tiempo en espera" llegaba hasta las ocho horas. Después, eran necesarias nada menos que otras 10 horas para recargarla.
Su "display" o panel de control era de diodos emisores de luz o "LEDs" de color rojo. Técnicamente esta pantalla iluminada a través de pequeñas lamparitas se denominaba "pantalla LED". Además de las 12 teclas habituales de las que disponían los teléfonos fijos de entonces, también incorporaba otros nueve botones con funciones como rellamada, enviar, guardar, función, volumen, fin de la llamada.
Este dispositivo analógico, denominado DynaTAC 8000X, porque es la abreviatura de las palabras inglesas Dynamic Adaptive Total Area Coverage (lo que significa aproximadamente "Área de cobertura total dinámica y adaptable") fue el primer teléfono móvil que se comercializó en el mundo.
Este modelo, en cuyo desarrollo la empresa estadounidense Motorola invirtió 15 años y $100 millones de dólares, recibió el visto bueno de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) estadounidense a principios de 1983 y se puso a la venta el 6 de marzo del mismo año, hace ahora un cuarto de siglo.
El precio del popularmente conocido como "ladrillo" era de $3,995 dólares estadounidenses, pero "los consumidores estaban tan impresionados con la idea de permanecer siempre comunicados que la lista de espera para comprar un DynaTAC llegaba a miles de personas", recordó Rudy Krolopp, uno de los diseñadores del teléfono.
"En 1983, el concepto de hacer llamadas inalámbricas fue totalmente revolucionario, por lo cual era emocionante ser pioneros en esta tecnología", señaló Krolopp, uno de los primeros miembros del equipo original responsable de la creación del DynaTAC.
"En abril de 1973 en una calle de Manhattan, Nueva York, el ingeniero Martin Cooper, de Motorota, decidió probar mientras caminaba la comunicación remota a través de un teléfono móvil que había creado", recuerdan fuentes de la empresa.
El ingeniero tomó su Motorola DynaTac y marcó el número del jefe de investigación de la multinacional que paralelamente a Motorola estaba investigando esta tecnología y le dijo que lo estaba llamando desde su teléfono celular.
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